lunes, 23 de mayo de 2011

Esta es la historia de un hombre de barrio...

Pinta estrafalaría, seguro que muchos le tienen como un loco...
Pero en cambio yo y muchos otros...le vemos como un poeta, un enamorado de la vida y de las gentes del barrio. El siempre es feliz, aún ningún día le encontré triste, yo quiero ser como tú, le dije, ¿cuál es tu secreto?
jajajaja, se ríe, le preguntamos dos, que conversábamos con él, nos dejó a solas un momento y maquinamos interrogarle, de buen rollo, claro, entre risa y risa, ahora le diremos que nos cuente su secreto, ¿como lo hace?, no nos lo dirá, decía mi interlocutor, se reirá y se escabullirá con una sonrisa y se irá por peteneras, no así, yo lo entendí, lo que ocurre que aún no conseguí esa paz y esa serenidad que a él le caracteriza, porque soy joven aún, supongo, y me queda mucho por aprender todavía, la juventud muchas veces conlleva impaciencia, y querer controlar los problemas, lo que te molesta o lo que te hace sufrir...y querer apartarse muchas veces de ello en lugar de hacerle frente...en fin...ya aprenderé, poco a poco...
Mientras tanto intentaré disfrutar de encontrarme con personas como él.
Bueno pues el buen hombre alegre se levanta se dirige hacia el otro y le dice mira soy feliz porque yo ahora te doy la mano y te digo que te quiero, y me quedo tan ancho porque es cierto, y no le doy un beso a ella porque la respeto, jajajajaja, no podíamos parar de reir, es que este hombre es la leche digo yo.
Al no darse el otro por satisfecho, no sé que más le preguntó, no recuerdo ahora, pero el hombre alegre dijo que había sufrido mucho, y que por eso ahora era tan feliz, esa respuesta no contentó al otro interlocutor, le decía que tenía que haber algo más, algo que el tenía que le hacía ser así, que no siempre debía de haber sido así, que qué era aquello que él tenía y nosotros no, el otro dice yo era la pera, jaja, y respondía que no sabía, que bueno, que le gustaba John Lennon, Imagine, (Bob Marley, le dije yo, Michael Jackson...y él asentía y reía...) que había visto muchos documentales y leído, que había tomado nota de ello...que había tenido muy buenos maestros, y también de muy malos...de todo se aprende dije yo...
Un día me decía que había que amar, que hacia un día precioso y que la vida era bella, que la raza humana debería de amarse, que era muy bonito salir a las plazas a pasear y encontrarse con gente con ganas de hablar, y eso es muy positivo decía...muy cierto le respondí yo, pero hay muchos días en los que uno no puede ver el sol, y esa belleza que muchos otros días sí puede ver, como los ciclos de la naturaleza, el respondió si, es verdad, los ciclos cartesianos, jajaja, no conozco esos ciclos, pero lo buscaré, me informaré y leeré...cuál fué mi sorpresa al buscar e indagar y no encontrar ná de ná, de lo que él me decía...pensé, ei! este tio me ha tomado el pelo! jaja, hoy le pregunté sobre los ciclos cartesianos, le dije que no había encontrado nada y me respondió lo mismo que le había dicho yo, que eran días que teníamos en lo que no eramos, o no podíamos ser de la misma forma en la que otros sí.
Bueno, pues el preguntar demasiado, no siempre es tan bueno como puede parecer en un principio,
porque corres el riesgo de que te dejen sin palabras...
Yo solo le pregunté, ¿cuál es el secreto?
Y me daba por satisfecha con las respuestas que él iba dando, también era porque hoy tenía uno de esos días que guardan relación con los ciclos cartesianos, jeje, y estaba más por escuchar que por preguntar, total que el otro interlocutor no satisfecho, porque se vé que ya lo había intentado otras veces...sigue preguntando, ¿que es aquello, aquello que te enseñó a ser así?
Entonces su expresión alegre se transformó, se puso serio y dijo, tienes razón, es verdad, fué mi mujer, ella era fuerte, se estaba muriendo y nunca se quejó, aquello me enseñó.
Al cabo de un momento, entre uno y otro que pasaba y le saludaba, volvió esa expresión en su cara, la que le caracteriza, fue un visto y no visto, y no os podeis imaginar cuanto me he alegrado, porque es muy triste ver a un hombre tan alegre, hablar sobre algo tan triste.

Desde aquí, mi pequeño homenaje,
para este gran maestro,
espero verte alegre por mucho tiempo.

[Alquimista]

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