viernes, 22 de julio de 2011

LA CONCIENCIA: EL ESCAPE DEL DOLOR (Eckhart Tolle)

"Capítulo dos"
NO CREAR MÁS DOLOR EN EL PRESENTE

Ninguna vida está completamente libre de dolor y tristeza. ¿No es cuestión de
aprender a vivir con ellos más que de tratar de evitarlos?

La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo
mientras la mente no observada maneje nuestra vida.

El dolor que usted crea ahora es siempre una forma de no aceptación, una forma de
resistencia inconsciente a lo que es. En el nivel del pensamiento, la resistencia es una
forma de juicio. En el nivel emocional, es una forma de negatividad. La intensidad del
sufrimiento depende del grado de resistencia al momento presente, y esta a su vez
depende de la fuerza de su identificación con la mente. La mente siempre busca negar el
Ahora y escapar de él. En otras palabras, cuanto más identificado esté usted con su
mente, más sufre. 0 puede ponerlo en estos términos: cuanto más capaz sea de honrar y
aceptar el Ahora, más libre estará del dolor, del sufrimiento y de la mente egótica.
¿Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al Ahora? Porque no puede
funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así que percibe
el Ahora intemporal como una amenaza. El tiempo y la mente son de hecho
inseparables.

Imagínese la Tierra sin vida humana, habitada sólo por plantas y animales. ¿Tendría
todavía un pasado y un futuro? ¿Podríamos todavía hablar del tiempo de forma
significativa? La pregunta "¿Qué hora es?" o "¿Qué día es hoy?" -si hubiera alguien para
hacerla- no tendría ningún sentido. El roble o el águila quedarían perplejos ante tal
pregunta. "¿Qué hora?" responderían. "Bueno, es ahora, por supuesto. ¿Qué más?"
Sí, necesitamos la mente, así como el tiempo, para funcionar en este mundo, pero llega
un momento en el que se apoderan de nuestra vida y ahí es donde se establecen la
disfunción, el dolor y la tristeza.

La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente
con el pasado y el futuro, y así la vitalidad y el potencial infinitamente creativo del Ser,
que es inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo, la verdadera naturaleza
queda oscurecida por la mente. Se ha acumulado una carga cada vez más pesada de
tiempo en la mente humana. Todos los individuos sufren bajo este peso, pero también
siguen aumentándolo a cada momento, siempre que ignoran o niegan el precioso
momento o lo reducen a un medio para obtener un momento futuro, que sólo existe en la
mente, no en la realidad. La acumulación de tiempo en la mente humana individual y
colectiva también carga una gran cantidad de dolor residual del pasado.

Si no quiere crear más dolor para usted y para los demás, si no quiere aumentar más el
residuo de sufrimiento pasado que aún vive en usted, no cree más tiempo, o al menos no
más del necesario para manejar los aspectos prácticos de su vida. ¿Cómo detener la
producción de tiempo? Dése cuenta profundamente de que el momento presente es todo
lo que tiene. Haga del Ahora el foco primario de su vida. Mientras que antes usted
habitaba en el tiempo y hacía breves visitas al Ahora, establezca su residencia en el
Ahora y haga breves visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los
asuntos prácticos de la vida. Diga siempre "sí" al momento presente. ¿Qué podría ser
más fútil, más demente, que crear resistencia interior a algo que ya es? ¿Qué podría ser
más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora? Ríndase a lo
que es. Diga "sí" a la vida, y observe cómo esta empieza súbitamente a funcionar a favor
suyo y no contra usted.

El momento presente a veces es inaceptable, desagradable u horrible.

Es como es. Observe cómo la mente lo etiqueta y cómo este proceso de etiquetado,
este continuo permanecer en el juicio, crea dolor e infelicidad. Al observar la mecánica
de la mente, usted sale de sus patrones de resistencia y puede entonces permitir ser al
momento presente. Esto le permitirá probar el estado de libertad interior de las
condiciones externas, el estado de la verdadera paz interior. Entonces vea qué ocurre y
actúe si es necesario o posible. Acepte, después actúe. Cualquier cosa que contenga el
momento presente, acéptelo como si usted lo hubiera escogido. Trabaje siempre con él,
no contra él. Conviértalo en su amigo, en su aliado, no en su enemigo. Esto transformará
su vida milagrosamente.

EL SUFRIMIENTO PASADO: DISOLVER EL CUERPO DEL DOLOR

Mientras sea incapaz de acceder al poder del Ahora, cualquier dolor emocional que
usted experimente dejará un residuo de sufrimiento que permanecerá en usted. Se funde
con el dolor del pasado, que ya estaba allá, y se aloja en su mente y en su cuerpo. Esto,
por supuesto, incluye el dolor que sufrió cuando niño, causado por la inconsciencia del
mundo en el que nació.

Este dolor acumulado es un campo de energía negativa que ocupa su cuerpo y su
mente. Si usted lo considera como una entidad invisible con derecho propio, está
bastante cerca de la verdad. Es el cuerpo del dolor emocional. Tiene dos formas de ser:
latente y activo. Un cuerpo del dolor puede estar latente el noventa por ciento del
tiempo; en una persona profundamente infeliz, sin embargo, puede estar activo hasta el
cien por ciento del tiempo. Algunas personas viven casi completamente a través de su
cuerpo del dolor, mientras otras pueden experimentarlo solamente en ciertas situaciones,
tales como las relaciones íntimas o situaciones ligadas a pérdidas o abandono en el
pasado, heridas físicas o emocionales y así sucesivamente. Cualquier cosa puede
dispararlo, especialmente si resuena con un patrón de dolor de su pasado: Cuando está
listo para despertar de su etapa latente, incluso un pensamiento o un comentario inocente
hecho por alguien cercano a usted puede activarlo.

Algunos cuerpos del dolor son molestos, pero relativamente inofensivos, como un niño
que no deja de lloriquear, por ejemplo. Otros son monstruos malignos y destructivos,
verdaderos demonios. Algunos son violentos físicamente; muchos más lo son
emocionalmente. Algunos atacan a las personas que están cerca de usted, otros a usted,
que es quien los aloja. Los pensamientos y sentimientos que usted tiene sobre su vida se
vuelven entonces profundamente negativos y autodestructivos. Las enfermedades y los
accidentes se producen a menudo por eso. Algunos cuerpos del dolor llevan al suicidio a
quienes los albergan.

Cuando usted pensaba que conocía a una persona y de repente se enfrenta por primera
vez a esa criatura ajena y desagradable, recibe toda una conmoción. Sin embargo es más
importante observarla en usted mismo que en otro. Esté atento a cualquier signo de
infelicidad en cualquier forma, puede ser el cuerpo del dolor que despierta. Puede tomar
la forma de irritación, impaciencia, humor sombrío, un deseo de hacer daño, ira, cólera,
depresión, la necesidad de drama en su relación amorosa y así sucesivamente. Atrápelo
en el momento en que despierta de su estado latente.

El cuerpo del dolor quiere sobrevivir, simplemente como cualquier otra entidad
existente, y sólo puede hacerlo si logra que usted inconscientemente se identifique con
él. Entonces puede levantarse, dominarlo a usted, "volverse usted", vivir a través de
usted. Necesita obtener su "alimento" a través de usted. Se alimentará de cualquier
experiencia que resuene con su propio tipo de energía, cualquier cosa que cree más dolor
en alguna forma: rabia, destructividad, odio, tristeza, drama emocional, violencia e
incluso enfermedad. Así pues, el cuerpo del dolor, cuando lo ha dominado, crea una
situación en su vida que refleja su propia frecuencia de energía para alimentarse de ella.
El dolor sólo puede alimentarse de dolor. No puede alimentarse de alegría, ya que la
encuentra indigestible.

Una vez que el cuerpo del dolor lo ha dominado, usted quiere más dolor. Se vuelve una
víctima o un victimario. Usted quiere infligir dolor, o sufrirlo, o las dos cosas. De hecho
no hay mucha diferencia entre ellas. Usted no es consciente de esto, por supuesto, y
afirmará vehementemente que no quiere sufrir. Pero observe detenidamente y descubrirá
que su pensamiento y su conducta están diseñados para conservar el dolor, en usted
mismo y en los demás. Si usted fuera verdaderamente consciente de ello, el patrón se
disolvería, porque querer más dolor es demencia y nadie está demente conscientemente.
El cuerpo del dolor, que es la sombra oscura que proyecta el ego, tiene miedo en
realidad de la luz de su conciencia. Tiene miedo de que lo descubran. Su supervivencia
depende de la identificación inconsciente que usted tiene con él, así como de su miedo
inconsciente a enfrentar el dolor que vive en usted. Pero si usted no lo enfrenta, si no
trae la luz de su conciencia al dolor, se verá obligado a volverlo a vivir una y otra vez. El
cuerpo del dolor puede parecerle un monstruo peligroso que no soporta mirar, pero le
aseguro que es un fantasma sin sustancia que no puede prevalecer contra el poder de su
presencia.

 Algunas enseñanzas espirituales afirman que todo el sufrimiento es en últimas una
ilusión, y es verdad. La cuestión es: ¿Es verdad esto para usted? Una mera creencia no lo
hace verdad. ¿Quiere experimentar dolor por el resto de su vida y continuar diciendo que
es una ilusión? ¿Lo libera esto de él? De lo que se trata aquí es de cómo puede usted
realizar esta verdad, es decir, hacerla real en su propia experiencia.
Así pues, el cuerpo del dolor no quiere que usted lo observe directamente y lo vea
como es. En el momento en que lo observa, en que siente su campo de energía en usted
y dirige su atención hacia él, la identificación se rompe. Ha aparecido una dimensión de
conciencia más alta. La llamo presencia. Ahora usted es testigo u observador del cuerpo
del dolor. Esto significa que no puede usarlo ya aparentando ser usted, y ya no puede
reaprovisionarse a través de usted. Usted ha encontrado su fuerza interior. Ha accedido
al poder del Ahora.

¿Qué le ocurre al cuerpo del dolor cuando nos volvemos suficientemente conscientes
como para romper nuestra identificación con él?


La inconsciencia lo crea; la conciencia lo transmuta en el mismo. San Pablo expresa
este principio universal bellamente: "Todo se manifiesta al ser expuesto a la luz, y todo
lo que se expone a la luz se vuelve luz ello mismo"
. Así como usted no puede luchar
contra la oscuridad, no puede luchar contra el cuerpo del dolor. Intentar hacerlo crearía
conflicto interior y por lo tanto más dolor. Observarlo es suficiente. Observarlo implica
aceptarlo como parte de lo que es en ese momento.

El cuerpo del dolor está constituido por energía vital atrapada que se ha separado de su
campo de energía total y se ha vuelto temporalmente autónoma por medio del proceso
antinatural de la identificación con la mente. Se ha puesto en funcionamiento a sí misma
y se ha convertido en anti-vida, como un animal que trata de devorar su propia cola.
¿Por qué cree usted que nuestra civilización se ha vuelto tan destructora de la vida? Pero
incluso las fuerzas destructoras de la vida son energía vital.

Cuando usted empiece a dejar de identificarse y se convierta en el observador, el
cuerpo del dolor continuará operando por un tiempo y tratará de engañarlo para que se
identifique de nuevo con él. Aunque usted ya no lo está energizando a través de su
identificación, mantiene cierto impulso, lo mismo que una rueda que continúa girando
por un rato aunque ya no esté siendo impulsada. En esta etapa, puede producir también
dolores físicos en diferentes partes del cuerpo, pero no durarán. Permanezca presente,
consciente. Sea el guardián alerta de su espacio interior. Necesita estar suficientemente
presente para poder observar el cuerpo del dolor directamente y sentir su energía.
Entonces este no podrá controlar su pensamiento. En el momento en que su pensamiento
esté alineado con el campo de energía del cuerpo del dolor, usted estará identificado con
él y alimentándolo de nuevo con sus pensamientos.

Por ejemplo, si la ira es la vibración de energía predominante del cuerpo del dolor y
usted tiene pensamientos de ira, entreteniéndose con lo que alguien le hizo a usted o lo
que usted le va a hacer, se ha vuelto inconsciente, y el cuerpo del dolor se ha convertido
en "usted". Donde hay ira hay siempre dolor bajo ella. O cuando lo invade un humor
sombrío y usted empieza a entrar en un patrón mental negativo y a pensar lo terrible que
es su vida, su pensamiento se ha alineado con el cuerpo del dolor y usted se ha vuelto
inconsciente y vulnerable a su ataque. "Inconsciente", en la forma que uso la palabra
aquí, significa estar identificado con algún patrón emocional o mental. Implica una
ausencia total del observador.

La atención consciente sostenida corta el lazo entre el cuerpo del dolor y sus procesos
de pensamiento y efectúa el proceso de la transmutación. Es como si el dolor se volviera
combustible para la llama de su conciencia, que por consiguiente arderá con más brillo.
Ese es el significado esotérico del antiguo arte de la alquimia: la transmutación de un
metal bajo en oro, del sufrimiento en conciencia. La ruptura interior es curada y usted
vuelve a ser completo. Su responsabilidad entonces es no crear más dolor.

Permítame resumir el proceso. Enfoque la atención en el sentimiento que hay dentro de
usted. Reconozca que es el cuerpo del dolor. Acepte que está allí. No piense en él, no
deje que el sentimiento se transforme en pensamiento. No juzgue o analice. No se
identifique. Permanezca presente y continúe siendo el observador de lo que está
ocurriendo dentro de usted. Vuélvase consciente, no sólo del dolor emocional sino
también de "el que observa", el observador silencioso. Ese es El poder del Ahora, el
poder de su propia presencia consciente. Vea entonces lo que ocurre.

En muchas mujeres, el cuerpo del dolor se despierta particularmente antes del periodo
menstrual. Hablaré de esto y de la razón por la que ocurre con más detalle después.
Ahora sólo diré esto: si usted es capaz de estar alerta y presente en ese momento y
observar lo que pasa en su interior, en lugar de ser dominada por ello, le proporcionará
una oportunidad para la práctica espiritual más poderosa, y se hace posible una rápida
transmutación de todo el dolor del pasado.

IDENTIFICACIÓN DEL EGO CON EL CUERPO DEL DOLOR

El proceso que acabo de describir es profundamente poderoso y, al mismo tiempo,
muy simple. Se le podría enseñar a un niño y quizá algún día sea una de las primeras
cosas que se enseñen en los colegios. Una vez usted ha aprendido el principio básico de
estar presente como un observador de lo que sucede en su interior -y usted lo
"comprende" al experimentarlo- tiene a su disposición la más poderosa herramienta para
la transformación.

Esto no busca negarle que puede encontrar una gran resistencia interior al tratar de
abandonar la identificación con su propio dolor. Este será el caso particularmente si
usted se ha identificado con su cuerpo del dolor la mayor parte de su vida y cree que esta
ficción creada por la mente es en realidad usted mismo. En ese caso, el miedo
inconsciente a perder su identidad creará una fuerte resistencia a cualquier
desidentificación. En otras palabras, usted preferirá permanecer en medio del dolor -ser
el cuerpo del dolor- que hacer un salto hacia lo desconocido y arriesgarse a perder su yo
familiar y desdichado.

Si esto se aplica a usted, observe la resistencia que se da en su interior. Observe su
apego al dolor propio. Esté muy alerta. Observe el placer peculiar que se deriva de ser
desdichado. Observe la compulsión a hablar al respecto o pensar en él. La resistencia
cesará cuando usted la haga consciente. Entonces podrá concentrar su atención en el
cuerpo del dolor, estar presente como un testigo e iniciar su transmutación.
Sólo usted puede hacer esto. Nadie puede hacerlo por usted. Pero si usted es lo
suficientemente afortunado como para encontrar personas que son intensamente
conscientes, si puede estar con ellas y unirse a su estado de presencia, tal eventualidad
podría servirle de ayuda y acelerar el transcurso de las cosas. De tal forma, su propia luz
se hará rápidamente más fuerte. Cuando un tronco que apenas se ha encendido es puesto
junto a otro que ya arde con vehemencia, y son separados luego de un tiempo, el primer
tronco quedará ardiendo con mayor intensidad. Después de todo, se trata de un mismo
fuego. Convertirse en un fuego tal es una de las funciones de un maestro espiritual.
Algunos terapeutas también pueden cumplir esa función, si han ido más allá del nivel de
la mente y si pueden crear y mantener un estado de intensa presencia consciente mientras
trabajan con usted.


Extracto del libro - eL PoDeR DeL aHoRa -
Libro completo: http://academic.uprm.edu/dpesante/docs-apicultura/elpoderdelahora.PDF

No hay comentarios:

Publicar un comentario