PARLA AFRODITA

Todas las mujeres nacen bellas. 
Pero ¡saberlo depende de ellas! 
Todas las mujeres son dignas del amor.
Depende de ellas de encontrarlo.
No tengo ataduras ni límites;
amo a quien yo quiero y cuando quiero.
Soy libre en el amor; estoy en la gloria.
Disfruto de mis sentidos.
No me quieres,
tienes miedo de mi libertad,
me juzgas.
Me contaminas con tus pensamientos, tu vergüenza, tu culpa.
Llego al éxtasis cuando amo,
Fusionándose en una unidad.
Lo sé.
Todo lo que respira y vive está bajo mi dominio:
palomas, delfines, lirios.
Todos los placeres y deleites sensuales,
perfumes y aceites,
tejidos brillantes, alimentos y bebidas.
La música encanta mi alma:
los suaves sonidos de la lira y el arpa
me hacen el amor.
Las olas del mar.
Sí, me verás allí,
en el océano,
en los crepúsculos,
toda la belleza exquisita entre el nacimiento y la muerte,
cuando el día se encuentra con la noche
¿Por qué temes la muerte?
Muero cada vez que me uno.
Me entrego una y otra vez
a la gloria que es el amor del momento.
No temo perderme.
Hay un secreto: entregarse y mantenerse intacta.
Es mi gloria, mi gloria inmortal y divina.
Sé quien soy.
Sonrío. ¿Ves mi sonrisa secreta?
¿A quien pertenezo?
A mi misma

STASSINOPOULOS